Subasta 4 Subasta de Junio
17.6.21
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LOTE 56:

Escuela colonial, México, siglo XVII. Virgen de Guadalupe. Óleo sobre lienzo. La Virgen ...


Precio inicial:
5 800
Comisión de la casa de subasta: 19.5%
IVA: 17% Sólo en comisión
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Escuela colonial, México, siglo XVII. Virgen de Guadalupe.
Óleo sobre lienzo. La Virgen representada en el centro de la composición rodeada de rayos de luz, sobre una luna creciente, está vestida con una túnica rosa y un manto azul, que le cubre la cabeza, decorado con estrellas. Se apoya sobre la luna en cuarto creciente, sostenida por un ángel con las alas de color azul, amarillo y rojo. La cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha se encuentra en actitud orante. Está rodeada de las cuatro apariciones en el cerro de Tepeyac -ciudad de México- al indio Juan Diego, este acompañado de dos ángeles, asiste a la aparición divina que le pide acuda al obispo Zumárraga, le cuente lo que ha visto y le indique que construya un templo en aquel mismo lugar. La indiferencia del prelado y su deseo de recibir pruebas más palpables que la mera palabra del indio motiva una tercera aparición, representada en el ángulo inferior izquierdo, con el consiguiente mandato de recoger unas rosas que, ocultas en su tilma o manta, debía mostrar a Zumárraga, lo que da lugar a la cuarta y última aparición en presencia del obispo y sus acompañantes, que pueden comprobar cómo, en lugar de las flores, es la propia imagen sagrada la que aparece impresa en la manta de Juan Diego. Estas escenas siguen los grabados que Matías de Arteaga realizó en 1685 para contar el prodigio, como parte de la edición de ese año del libro Felicidad de México, de Luis Becerra Tanco. 104,5 x 83,5 cm. La autoría de la pintura de la virgen se atribuye al artista indígena Marcos Cipac de Aquino, quien se presume, hizo la pintura por encargo del segundo arzobispo de México, Alonso de Montúfar. La “Guadalupana” pertenece a un modelo iconográfico flamenco alemán denominado mulier amicta sole (la mujer rodeada de sol) que data de la Edad Media. El antecedente conceptual de este modelo es la descripción de que hace san Juan de la mujer celestial en el Apocalipsis del nuevo Testamento: “una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”. Entre las obras conocidas en las que existe una mayor semejanza con la pintura de la virgen destaca La Virgen en la gloria, de 1490, una estampa flamenca alemana, que coincide en sus trazos principales con la guadalupana y que podría haber sido una fuente de inspiración para Marcos. Las variaciones que existen entre ambas imágenes probablemente se debieron a la adaptación que requirieron los emisores y receptores de la imagen. La representación de la Virgen de Guadalupe comparte rasgos comunes con muchas imágenes marianas realizadas después de 1530. Esto se debe a que el modelo se mantuvo vigente mediante la reimpresión de placas antiguas, así como por medio de la creación de nuevas obras, entre ellas la de la Virgen como Inmaculada Concepción, misma que se normalizó en el siglo XVII. Esto último ha motivado a que muchos clérigos novohispanos de los siglos XVII y XVIII hayan considerado a la Virgen de Guadalupe como una Inmaculada Concepción.